Pueblo charro y de la sierra donde los haya, La Alberca conserva ( a pesar de los miles de visitantes que acuden a ella anualmente) todo el encanto de tiempos pasados.
Podremos ver como en La Alberca parece que no ha pasado el tiempo.
A trabes de sus calles estrechas llegaremos a la plaza, donde podremos ver los balcones repletos de flores. Las casas siguen construyéndose de forma tradicional, con madera de castaño
Podremos comprar productos típicos de la zona, embutidos, quesos, almendras o turrón.
Junto a la iglesia aún se conserva un escudo que data de tiempos de la inquisición.
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